viernes, 5 de abril de 2013

TODOS LOS DÍAS CON MARIA : 1

JANUA COELI PUERTA DEL CIELO , ORA PRO NOBIS 
Sub tuum praesidium
confugimus,
Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias
in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta. Amén.
La versión castellana, es muy conocida:
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita! ,Amén.



NUESTRA SEÑORA CON EL DIVINO NIÑO Y SERAFINES A SUS PIES :IGLESIA SAN
MARCELO EN LA CIUDAD DE LIMA - PERÚ

Jesús toma por auxilio en la Santísima Virgen, como una Eva nueva



En el momento de su resurrección, Jesucristo, impregnado de divinidad, radiante de la claridad y del esplendor de su Padre, lleno de sus mismos sentimientos e inclinaciones, se une a la Santísima Virgen en su esplendor divino, y por el amor de Dios, su Padre, llega a ella como el más bello objeto que jamás existió después de Dios. Él vive en ella, y ella en Él; y como, en su resurrección, está revestido con los mayores títulos de honor, que su Padre le da en recompensa por las ignominias padecidas y por su muerte. Jesús, maravillado ante la belleza y la perfección divina que destellan de su Madre, y del amor que ella le dio pruebas durante su Pasión, quiere que ella misma participe de su triunfo y de su gloria. 

Así pues, habiendo recibido de Dios, en su resurrección, poseer en sí misma la vida para darla a todos los hombres y justificarlos por el principio de la justicia divina que reside en Él, recurre a la Santísima Virgen, en auxilio, como una Eva nueva; y al mismo tiempo, la hace compartir todo lo que recibió de su Padre, para convertirla en Madre de los vivos. 

¡Oh, Dios Supremo! ¡Qué secretos inexplicables están contenidos en este misterio divino de la unión del Hijo de Dios con su Santa Madre! ¡Qué comunicación íntima, qué donación de lo que Él es y de lo que posee no le hace el día de su resurrección! 

¡Oh maravilla de las maravillas! Todo lo que Jesucristo hará desde el momento de la formación de la Iglesia hasta el día del Juicio, lo formó en su Madre y de manera más perfecta, más elevada, más santa, más divina, de como lo hubiera hecho a través de todos los cristianos, a lo largo de los siglos! 

No me sorprendería que San Juan haya oído, mejor que nadie, el misterio santo y glorioso de la Iglesia de Dios, ya que tuvo siempre frente a él a la Virgen Santísima, en quien veía la Iglesia resumida y reunida.


 
 Fuente : Un minuto con María 
Monseñor Olier (1608 -1657)
Vida interior de la Santísima Virgen
Cap. XIII. Misterio de la Resurrección de Nuestro Señor

 
 
 
 

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.Amen.


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